sábado, 12 de noviembre de 2011

Complicaciones Generales de la Cirugía Bariátrica.

Las complicaciones generales pueden presentarse en cualquier cirugía, como las hernias de pared o la tromboembolia pulmonar, o pueden ser comunes a todos los procedimientos bariátricos, como las deficiencias nutricionales y la dilatación del reservorio. A continuación presentamos algunas de las complicaciones generales más frecuentes, con una breve explicación de cada una de ellas.

Malnutrición protéica:
La cantidad de alimento que se ingiere disminuye como consecuencia a los procedimientos bariátricos. Las proteínas son el componenente más importante de los alimentos que se ingieren, ya que son fundamentales para la elaboración de diversas enzimas y otras proteínas, la regeneración de diferentes tejidos, y participan en múltiples vías metabólicas. Por esta razón, las proteínas deben ser el principal componente de la dieta en los pacientes bariátricos, y con mucha frecuencia estos pacientes desarrollan grados variables de malnutrición protéica con el paso del tiempo.

Deficiencia de vitaminas y minerales:
Al disminuir la cantidad de alimento, también disminuye la cantidad de vitaminas y minerales que se ingieren con la dieta. Si a esta disminución de la cantidad de alimento se le agrega algún componente malabsorptivo, la cantidad de vitaminas y minerales que se absorben es mínima, y forzosamente se requiere su administración. Todos los pacientes bariátricos requieren suplementos que proporcionen calcio, hierro, ácido fólico y diferentes vitamínas, sobretodo las del complejo B. Algunas enfermedades que se originan de las deficiencia de vitaminas y minerales son la osteoporosis, anemias, neuropatías periféricas y trastornos dermatológicos, por mencionar algunos.

Trombosis venosa profunda y tromboembolia pulmonar:
Se le llama "trombosis venosa profunda" (TVP) a la formación de coágulos sanguíneos particularmente en las venas de las extremidades inferiores. El paciente obeso tiene un riesgo elevado para la formación de coágulos, y la cirugía abdominal con anestesia general incrementan aún más el riesgo de desarrollar TVP. Cuando los coágulos se desprenden de la piernas, viajan por el torrente sanguíneo hasta el corazón, de donde son bombeados a los pulmones. Si el coágulo es lo suficientemente grande, puede obstruir por completo alguna de las arterias pulmonares, provocando una "tromboembolia pulmonar" (TEP). La TEP es la principal causa de muerte en los pacientes bariátricos, presentándose de manera súbita generalmente en los días posteriores a la cirugía. Para disminuir el riesgo de formar coágulos sanguíneos, se deben administrar medicamentos y emplear diferentes medidas desde antes de la cirugía. Sin embargo, a pesar de estas medidas, el riesgo de desarrollar una TVP o TEP siempre esta presente en los pacientes bariátricos.

Infección de la herida:
La infección de la herida quirúrgica es una de las complicaciones tempranas más frecuentes de todos los procedimientos quirúrgicos. El paciente obeso tiene un mayor riesgo de presentar esta complicación debido a la cantidad de tejido adiposo en la pared abdominal, y es menos frcuente en cirugía laparoscópica que en cirugía abierta. Afortunadamente, esta complicación rara vez requiere una reintervención quirúrgica, y la mayoría de las veces responden adecuadamente al tratamiento con antibióticos y curaciones.

Fugas y dehiscencias:
Una de las complicaciones inherentes a todos los procedimientos en los cuales se realizan cortes y reconexiones intestinales son las fugas y dehiscencias. El término "dehiscencia" se refiere a la disrupción de alguna línea de sutura, como puede suceder en el estómago seccionado o en las anastomosis intestinales. Cuando existe una dehiscencia de alguna línea de sutura, el contenido del estómago o del intestino se fuga hacia la cavidad abdominal, causando una peritonitis. Muchos de estos casos requieren de una cirugía urgente para identificar y controlar el sitio en donde se encuentra la fuga, y para eliminar la peritonitis. Otros, sobretodo en aquellos pacientes en los que se dejó algún drenaje durante la cirugía inicial, pueden ser manejados conservadoramente. Esta situación es una de las complicaciones tempranas más serias de la cirugía bariátrica, y puede ser una causas más de mortalidad.

Náuseas y vómito:
Al reducir de manera significativa la capacidad del estómago mediante la creación de un pequeño reservorio gástrico, la cantidad de alimento que puede ingerirse disminuye. Cuando el reservorio se llena y se distiende, produce la sensación de saciedad. Si un paciente continúa alimentándose a pesar de que el reservorio se encuentre lleno, el estómago es incapaz de acomodar el exceso de alimento, provocando náuseas y eventualmente el vómito. Para disminuir la frecuencia del vómito, los pacientes bariátricos deber de aprender a identificar las señales del estómago cuando éste no pueda recibir mas alimento, y detenerse antes de que se presente el vómito.

Dilatación del reservorio:
El estómago tiene la capacidad de distenderse para permitir acomodar los alimentos ingeridos. Al crear un pequeño reservorio gástrico, la cantidad de alimento que puede ingerirse es mucho menor. Si un paciente no regula la cantidad de alimento que ingiere, con el paso del tiempo el pequeño reservorio se irá dilatando para permitir acomodar cada vez mas cantidad de alimento. Esta dilatación provoca la pérdida del fenómeno de restricción, e interfiere con la pérdida de peso e incluso puede favorecer la recuperación del peso perdido. La mayoría de los pacientes que presentan esta complicación tardía requieren de una nueva cirugía para remodelar el reservorio y volver a producir el fenómeno de restricción.

Formación de adherencias y obstrucción intestinal:
Las "adherencias" son cicatrices que se forman dentro del abdomen después de cualquier procedimiento quirúrgico. Aunque la gran mayoría de las veces no generan mayor problema, es posible que alguna de estas adherencias interfiera mecánicamente con alguna porción del intestino, causando una "obstrucción intestinal". La obstrucción intestinal es una complicación tardía de cuaqluier procedimiento quirúrgico, y que en ocasiones requiere de una cirugía urgente para su diagnóstico y tratamiento.

Hernias de la pared abdominal:
El abdomen tiene muchas capas, entre las que destacan la piel, la grasa subcutánea, los músculos de la pared abdominal y una capa fibrosa que envuelve a los músculos llamada "aponeurosis". La aponeurosis es la capa que le proporciona la mayor resistencia y soporte a la pared abdominal. El término "hernia de pared" se refiere a la presencia de un defecto en la aponeurosis a través del cual protruye algún órgano intraabdominal. Estos defectos generalmente se forman en las líneas de sutura, y son mucho más comunes en pacientes sometidos a cirugía abierta que en cirugía laparoscópica. Los síntomas principales son dolor y la presencia de un bulto en el sitio de la hernia, aunque también pueden causar una obstrucción intestinal. El tratamiento de esta complicación tardía siempre será quirúrgico, para regresar el contenido de la hernia al abdomen y reparar el defecto.

Hemorragias:
El sangrado es una complicación latente en todos los pocedimientos quirúrgicos. Aunque la mayoría de las veces es mínimo y bien tolerado, hay ocasiones que el sangrado es más intenso y que puede comprometer la vida del pacientes. La mayoría de estos casos pueden manejarse conservadoramente, posiblemente con transfusiones de sangre. Sin embargo, hay la posibilidad de que el sangrado sea mayor y no logre controlarse con medidas conservadoras; en estos casos es necesario realizar una nueva cirugía para identificar y controlar el sitio de sangrado.

Lesión al hígado, bazo, páncreas, estómago o intestino:
En cualquier cirugía existe el riesgo de lesionar los órganos intraabdominales. Estas lesiones pueden ser mínimas, que no requieran tratamiento, y que no produzcan secuelas o complicaciones para el paciente. Sin embargo, hay ocasiones en que las lesiones a estos órganos son mayores, y que requieran un tratamiento inmediato. Ciertas lesiones pueden repararse al identificarse, como lo es el caso de alguna perforación al estómago o al intestino; otras veces las lesiones no logran repararse adecuadamente, por lo que es necesario extirpar el órgano afectado, como puede suceder con el bazo o con algún segmento de intestino. En raras ocasiones las lesiones no logran identificarse en el mismo tiempo quirúrgico, complicando la recuperación del paciente y posiblemente requieran de una nueva cirugía.

Incapacidad para perder peso:
La finalidad de todo procedimiento bariátrico es la pérdida de peso. Existen múltiples causas por las cuales no logra alcanzarse este objetivo, entre los que destacan dilataciones del reservorio, transgresiones de la dieta, o un mal apego al tratamiento. La incapacidad para perder peso requiere de una evaluación integral para determinar la causa de la misma, y es posible que se requiera de una neuva cirugía para corregir dicha causa, o para convertir el procedimiento inicial en otro que produzca mejores resultados.

Cálculos en la vesícula:
La obesidad es un factor de riesgo para desarrollar cálculos en la vesícula biliar. Además, la rápida pérdida de peso también puede favorecer la formación de cálculos. Por estas dos razones, se debe evaluar la vesícula biliar en todos los pacientes antes de someterlos a cualquier procedimiento bariátrico. Si antes de la cirugía se identifican cálculos biliares, es posible extirpar la vesícula en el mismo tiempo quirúrgico.

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